miércoles, 1 de abril de 2015

Las tres versiones de un sillón

Aprovechando que el tiempo empieza a cambiar, la primavera ya está aquí y dejamos atrás los colores oscuros del invierno, hoy queríamos hablaros de un proyecto hipercolorista y desenfadado que hicimos hace algún tiempo.

Cuando te planteas la decoración de una estancia, como puede ser un salón, tienes muchas opciones.
Hay quien elije un estilo bien definifido (clásico, minimalista, etc.) y llena el espacio y las paredes de objetos acordes a ese estilo prefijado.
En cambio, hay quien prefiere no determinar de forma demasiado rígida un estilo concreto y plantea la habitación como un lienzo en blanco, con algunas piezas neutras que podríamos denominar "de fondo de armario", a las que ir añadiendo elementos, quizá algo más llamativos, o que aporten algún añadido sentimental, sin importar demasiado las mezclas y el resultado final.

Este fue nuestro caso cuando empezamos a decorar el salón de casa hace ya unos años. Paredes blancas, suelo de madera, un sofá en tono gris y algún mueble más en color blanco.
A este fondo neutro le queríamos añadir algún elemento que rompiera con tanta normalidad y se nos ocurrió fabricar unos sillones que provocaran el contraste. La idea  que nos planteamos fue realizar un mismo modelo de sillón en cartón pero con tres acabados distintos, de forma que juntando los tres formaran una especie de sofá pero que también se pudieran utilizar por separado.

Fue uno de los primeros muebles que hicimos, así que pensamos en un esquema de corte sencillo para no meternos en demasiados líos. En la foto que os mostramos podéis ver el modelo, el más grande de todos y que está tapado con papel craft.




Como ya comentábamos antes, queríamos que el resultado final contrastara y llamara la atención, así que tiramos la casa por la ventana, imaginativamente hablando, y decidimos decorarlos tipo patchwork, es decir, mezclando distintos tipos de papel y tela, todas ellas con motivos gráficos distintos entre sí de colores llamativos. Cada cara de cada sillón se forró con un patrón diferente y para que las uniones entre lados quedaran más limpian se optó por colocar cintas de tela.
Como queríamos que fueran muy prácticos y poder desplazarlos fácilmente por el salón, se colocaron unas ruedas que se vieran y aportaran un toque "industrial".

Bueno, creo que como una imagen vale más que mil palabras, aquí teneís un montón de imágenes de los tres sillones para haceros una idea del resultado ... ¡creo que al final conseguimos crear el contraste que buscábamos!

Aquí tenéis el primer modelo:




 Este es el segundo sillón:




Y aquí está la tercera versión:




Y aquí podéis ver una foto del salón con los tres sillones juntos formando un sofá completo.



¿Qué os parecen?  ¿Demasiado llamativos? ... se admiten opiniones.

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